Algo que siempre he agradecido es que me encanta lo que estudié, pero al salir de la
universidad sentí que me faltaba algo. Desde mis primeros pacientes sentí que no era
necesario entregar una pauta contando las calorías sino más bien enfocándome en la
calidad de los alimentos y enseñando a formar nuevos hábitos. Sin embargo, todo
cambió para mí cuando me volví vegetariana, y al estudiar ese tipo de alimentación (o
estilo de vida) me dí cuenta del poder de los alimentos sobre nuestro cuerpo. Más que
la caloría que tiene, comprender los nutrientes que aportan y cómo funcionan dentro
de nuestro cuerpo, entender que lo que comemos va a determinar cómo se van a
formar nuestras células. 
Como creo que uno atrae lo que vibra, al siguiente año conocí a personas que
pensaban muy parecido a mí y me llevaron a estudiar la nutrición integrativa y luego la
psiconutrición. Porque todo está relacionado y las emociones son muy importantes a
considerar en nuestra alimentación. 
Mi consulta está enfocada en enseñar a la persona a cómo alimentarse desde una
mirada más integral, es decir, aprendiendo que no se trata de dietas sino de crear
nuevos hábitos, contar nutrientes y no calorías, que la calidad del alimento es muy
importante para mantenernos sanos, con energía e inclusive para revertir ciertas
enfermedades. Para lograr los objetivos; ya sea mejorar hábitos, bajar de peso,
transitar hacia una alimentación vegetariana, mejorar la digestión, bajar la inflamación,
entre otros. Es importante aprender a relacionarse de una forma más cercana con los
alimentos, entender de dónde vienen nuestros hábitos y cómo las emociones influyen
a la hora de elegir los alimentos.
Se entrega una pauta personalizada acorde a los tiempos, necesidades y metas de las
personas, las cuales se complementan con material de apoyo enfocado en guiar a el/la
paciente en su alimentación. 
Luego de la primera consulta siempre estaré disponible para resolver dudas y animar
al paciente a continuar por el camino de una alimentación consciente y saludable.